El médico personal del cantante estadounidense Michael Jackson aparentemente no sabía primeros auxilios ni masajes cardíacos, según declaró uno de los asistentes del artista en una audiencia preliminar sobre el caso de homicidio involuntario contra el doctor Conrad Murray.
El médico está acusado de suministrar la dosis letal de un sedante que le quitó la vida al cantante. La audiencia comenzó este martes en la Corte Suprema de Justicia del condado de Los Angeles, según reportó la agencia alemana DPA.
Cuando la estrella cayó en coma, Murray reaccionó con pánico y sin saber qué hacer, según el asistente. La audiencia quiere determinar si habrá un juicio contra el acusado.
Después que Jackson quedara inconsciente, el médico le preguntó a dos guardaespaldas si sabían "CPR" (resucitación cardiopulmonar, por sus siglas en inglés). "Miré a Alberto, porque conocíamos al doctor Murray como especialista cardíaco, y quedamos en shock", afirmó el jefe de seguridad de Jackson, Faheem Muhammed, sobre sí mismo y el guardaespaldas Alberto Alvarez.
Cuando fue consultado si tal vez Murray simplemente había pedido ayuda, Muhammed dijo: "Por cómo preguntó, no sabía cómo hacer CPR". Agregó que para él en ese momento Jackson ya estaba muerto, ya que yacía "con la boca abierta y ojos abiertos".
Previamente, la fiscalía acusó a Murray de realizar mal la reanimación cardíaco-pulmonar, al usar sólo una mano y hacerla sobre una colchoneta suave, cuando en realidad se usan las dos y sobre una superficie dura.
La corte estuvo atestada de familiares del artista, seguidores y periodistas. Una de las primeras en llegar fue Katherine Jackson, madre del intérprete de "Thriller". Cinco minutos más tarde arribó el acusado.
Los fiscales destacaron el hecho de que Murray, de 57 años, fue consciente de que Jackson había dejado de respirar el 25 de junio de 2009, pero esperó entre nueve y 21 minutos antes de llamar al servicio de emergencia 911 con el fin de ocultar la evidencia sobre la dosis letal de propofol que acabó con la vida del cantante.
El primero en declarar fue Kenny Ortega, el productor y director del concierto "This Is It". Ortega aseguró, entre otras cosas, que Murray se disgustó con su decisión de enviar a casa al cantante durante el ensayo del 19 de junio, cuando éste se había sentido mal.
Todo parece indicar que la reunión celebrada el 20 de junio en casa del artista será importante para la fiscalía, que intentará probar que al galeno no le importaba la salud de Jackson.
Por su parte, el fiscal distrital adjunto David Walgren aseguró en sus primeras declaraciones que Murray había ocultado el hecho de que suministró el anestésico propofol al artista, un dato importante para los paramédicos que lo atendieron en su mansión y para los otros profesionales del Centro Médico UCLA.
"Según los expertos médicos, hubo varias acciones realizadas por el doctor Murray que indican que hubo una tremenda desviación del cuidado estándar", dijo Walgren.
Los fiscales argumentarán que Murray actuó con culpa grave al administrar la dosis mortal que le causó la muerte al famoso cantante aquella fatídica mañana de junio.
Otro de los testigos que comparecieron ante la corte fue el asistente de Jackson Michael Amir Williams, que describió como "caótico" el escenario que vio en la mansión y en el hospital el día de la muerte del legendario artista.
Williams indicó que Murray lo llamó asustado, solicitando los servicios de los guardaespaldas. El galeno al parecer le dijo que el cantante había tenido una mala reacción y que necesitaba ayuda, pero no le pidió que llamara a 911.
Se espera que la defensa utilice el argumento de que fue la misma víctima la que se suministró aquella fuerte dosis mortal del medicamento.
Murray, que se ha declarado inocente de los cargos que se le imputan, podría enfrentar hasta cuatro años en prisión, si es declarado culpable.
Independientemente del proceso penal, el médico también tendrá que enfrentarse a un proceso civil. Joe Jackson, padre del cantante, interpuso una nueva demanda en noviembre en la que solicita a Murray una indemnización por daños. Murray fue puesto en libertad condicional después de pagar una fianza de 75.000 dólares.
Además de la madre del artista, su hermana La Toya y su hermano Jackie asistieron a la audiencia. La familia del cantante recalcó que el cantante había expresado sus temores de ser asesinado poco antes de su muerte. De acuerdo al sitio tmz.com, el rey del pop estaba paranoico con el hecho de que le iban a quitar la vida para hacerse con su catálogo musical.
El juez Michael Pastor tendrá que escuchar por dos semanas seguidas las declaraciones de los 35 testigos con que cuenta la fiscalía para determinar si se acusa formalmente a Murray de homicidio involuntario.
Michael Jackson se veía enfermo y en malas condiciones seis días antes de morir y se retiró más temprano de los ensayos, le dijo el martes a un juez el coreógrafo Kenny Ortega, la última persona que trabajó con el Rey del Pop en la gira que nunca concretó.
Ortega, quien al ver que Jackson no lucía bien le recomendó irse más temprano a casa, declaró que a la mañana siguiente lo llamaron de la mansión del artista, donde el doctor Conrad Murray le dijo que no tratara de comportarse como el médico o psiquiatra de Jackson.
Murray sugirió que no debió haber mandado a Jackson de regreso a casa porque él estaba bien emocional y físicamente, declaró Ortega.
El coreógrafo presentó su testimonio durante una audiencia preliminar para determinar si Murray, el médico personal del cantante, será enjuiciado bajo el cargo de homicidio involuntario.
El vicefiscal de distrito David Walgren abrió la sesión diciendo que Jackson ya estaba muerto cuando Murray pidió ayuda y que el médico intentó ocultar que le había administrado el potente anestésico propofol al astro del pop, pidiéndole a un guardaespaldas que recogiera algunas cosas antes de que llamaran a los paramédicos.
Ortega, quien luego dirigió la película sobre el concierto de Jackson "This Is It" con material grabado durante los preparativos, declaró que Jackson estaba de buen ánimo en la mayoría de los ensayos, emocionado por los avances que se habían logrado para la serie de conciertos en Londres.
En los días previos a su muerte, declaró, Jackson le dijo que no había nada de qué preocuparse y le dio un gran abrazo.
Ortega dijo que comenzó a preocuparse el 19 de junio del 2009 cuando Jackson llegó a ensayar al Staples Center.
"No se veía nada bien. Estaba helado y hablaba bajito... No estaba en condiciones de ensayar", expresó Ortega.
Walgren, sin embargo, dijo al principio de su intervención que Jackson había tenido un ensayo "fantástico" dos días antes de morir y estaba listo para viajar a Londres en los próximos días.
El cantante murió el 25 de junio. Las autoridades argumentan que Murray le proporcionó una dosis letal de propofol y otros sedantes en la habitación de la mansión que Jackson había alquilado.
"La evidencia demostrará a través de la declaración de expertos, que de cualquier forma, Michael Jackson ya había muerto en la habitación de 100 North Carrolwood antes de la llegada de los paramédicos", dijo Walgren.
El cardiólogo se declaró inocente y sus abogados han alegado que no le administró nada a Jackson que pudiese haberlo matado.