Marcelo Tinelli en Revista ¡Hola!: En venta 05/01/11


La primera tapa del año de la REVISTA ¡HOLA! ARGENTINA tiene como protagonista al rey de la televisión: MARCELO TINELLI.


El hombre éxito descansa con sus cuatro hijos en su chacra esteña donde se instaló apenas terminó Showmatch. Festejó fin de año con una fiesta para 50 invitados, fuegos artificiales y DJ. El soltero más codiciado, sale de noche, pero jura que no tiene novia.


De vacaciones en Punta, el soltero más codiciado rara vez deja Guanahani, su exclusiva chacra camino a José Ignacio.


El rey de la televisión se instaló en Punta del Este apenas terminó ShowMatch. Viajó en un Learjet 60 poco antes de Navidad y ahora comparte su playa "casi privada" con sus cuatro hijos: Micaela, Candelaria, Francisco y Juana. Festejó fin de año con un party para cincuenta invitados con fuegos artificiales y DJ, todo ambientado por Martín Roig.


Fue un año de muchísimo trabajo. Tal vez con la misma intensidad que muchos anteriores; pero sin dudas, en 2010 se lo vio más suelto, divertido, pasándola bien delante de las cámaras. Su rol de conductor televisivo se mezcló casi de manera perfecta con su faceta de showman, sus salidas rápidas e inteligentes y sus chistes precisos.


Un excelente año profesional no merecía otra cosa que unas vacaciones perfectas. Y, si es en compañía de sus cuatro hijos, Micaela (22), Candelaria (20), Francisco (12) y Juana (8), y de sus amigos más cercanos, mucho mejor todavía. Por eso, Marcelo (50) se instaló en su casa en la zona de la Boya Petrolera, camino a José Ignacio no bien terminó con el último programa de ShowMatch; y desde entonces se lo puede ver disfrutando como loco de toda su familia.


Las que llegaron primero al Este para estar con su padre fueron Cande y Mica, las mayores. Después, Paula Robles, fue la encargada de llevar a Francisquito y a Juana desde Buenos Aires hasta Punta, para que se sumaran al plan "vacaciones en familia". Ese día, se los pudo ver a Marcelo y a Paula caminando juntos por la orilla, charlando animadamente, como una ex pareja muy civilizada y consciente de lo bien que les hace a sus hijos verlos llevarse de maravillas, más allá de la separación.


Cada vez que el sol del Este se lo permite, Marcelo baja con toda su "comitiva" a la playa ubicada justo debajo de su casa. Pasado el mediodía, suele llegar alguien para avisar que el almuerzo ya está listo, y es entonces cuando vuelven a subir. Algunos lo hacen en cuatri y otros en un jeep playero.


Para recibir el Año Nuevo, el mayo conductor de la televisión organizó en su casa una gran fiesta -con todas las de la ley- para cincuenta personas. Cuando el reloj marcó la medianoche, el cielo y la playa se iluminaron con un impresionante despliegue pirotécnico que duró cerca de media hora y por el que Tinelli pagó la nada despreciable suma de 60 mil dólares. Grandes y chicos se quedaron impactados ante semejante espectáculo, que obviamente también pudo disfrutarse desde José Ignacio.


"Está muy tranquilo y relajado. Sin ganas de tanta exposición y muy abocado a sus hijos. Se divierten mucho juntos. Para Marcelo, la familia es su gran cable a tierra", le confió un allegado del conductor a la Revista ¡Hola!.





  • PATRICIA MICCIO



"Lo mejor que puede pasar con esta nota es que la gente me vea con el pelo crecido"


La ex modelo debió enfrenta un cáncer de mamas en dos oportunidades -hace diez años por primera vez y el año pasado por segunda- y pudo vencer la enfermedad. En su casa de José Ignacio, cuenta su conmovedora lucha y habla de sus ganas de mirar siempre hacia adelante.


Ella sabe mejor que nadie lo que es caer y volver a levantase sin prestarle atención a los embates de la vida y seguir con los ojos puesto en el futuro. Cuando le diagnosticaron cáncer de mamas por primera vez hace diez años, enfrentó la situación con fortaleza y salió a contarlo con la firme convicción de que su historia de lucha y triunfo podía ayudar a muchas mujeres. El año pasado tuvo una recaída y no le quedó más remedio que volver a darle batalla a la enfermedad. Hoy, ya recuperada, desde su casa de José Ignacio, Patricia habla para ¡Hola! Argentina.


-¿Qué es lo que más te gusta de Punta del Este? ¿Qué fue lo que te enamoró de este lugar?


José Ignacio tiene eso de la no demanda. Cuando todo el mundo se vuelve después de disfrutar de la playa, podés andar en pareo, en ojotas, sin maquillaje. ¿Te confieso algo? Cuando hice el almuerzo de apertura de temporada en mi local, la semana pasada, me di cuenta de que me había olvidado el bolso de maquillaje en Buenos Aires. Quiero tener vacaciones pero sin ningún tipo de horario. No tengo más obligaciones sociales a esta altura de mi vida, hago lo que quiero.


-¿Hubo algún hecho puntual que te hizo pensar así?


La vida misma. Durante mucho tiempo hice lo que había que hacer, pero hay que aprender a dejar fluir y superar cada etapa. Cuando uno lucha por tener el mismo cuerpo a los 55 años que a los 20 o a los 30, es una energía perdida. El querer estar, el figurar, eso ya fue para mí.


-Hace un rato comentaste que en marzo vas a cumplir 56 años, ¿ya sabés cómo celebrarlo?


Tengo un buen camino recorrido, aunque disfruto de mi edad. Jamás me haría una cirugía. Puede ser que haga una gran fiesta, una reunión pequeña con amigos íntimos, o un viaje…lo importante es festejar.


-Todo el tiempo mencionás a tus amigas y lo importante que son para vos.


Con muchas de ellas nos conocemos desde los 21 años, cuando desfilábamos: Laura Ocampo, Teté Coustarot, Teresa Calandra, Ada Mazo. Y somos amigas, muy amigas. La importancia de la profunda amistad, para los buenos y los malos momentos.


-¿Ellas fueron tus pilares cuando supiste que padecías cáncer?


Ellas, mi familia, mi espiritualidad y el saber aceptar lo que me toca. Lo mejor que puede pasar con esta nota que estamos haciendo es que la gente me vea con el pelo crecido… Porque, cuando el año pasado se supo que volvía a tener cáncer después de diez años de aquella primera vez, eso asustó a muchas mujeres. Pero la vida continúa, existen tratamientos que hay que atravesar para seguir viviendo. Todos me ven bien porque yo estoy bien.


-¿Nunca te enojaste con la vida?


Siempre soy de ver cómo seguir adelante, por dónde está la salida. Hay que ser un trabajador de la vida. Yo soy una voluntariosa de la vida y estoy convencida de que sólo así se construye el mejor camino que nos toca transitar a cada uno.


 
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